
Consejos ante la ola de calor
Jueves, 10 de julio de 2025
Lunes, 26 de junio de 2023
CONEPA (Federación Española de Empresarios de Talleres de Automoción), y sus asociaciones miembro están realizando una campaña informativa con recomendaciones para evitar riesgos laborales producidos por la subida excesiva de las temperaturas durante el verano.
Ante esta primera ola de calor, la entidad recuerda la normativa en vigor que regula condiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, incluidas la reciente actualización de la misma, que incluye condiciones ambientales en el trabajo al aire libre.
Está casuística es de aplicación para los talleres en tanto en cuanto la mayoría de ellos no pueden quedar cerrados por las condiciones de trabajo. Por otra parte, la normativa vigente hace referencia también a que las medidas preventivas incluyen la prohibición de desarrollar determinadas tareas durante las horas del día en las que concurran fenómenos meteorológicos adversos en aquellos casos en que no pueda garantizarse de otro modo la debida protección de la persona trabajadora.
El primero y más importante de los consejos de CONEPA y sus asociaciones es contactar con los Servicios de Prevención Ajenos, que deberán tener en cuenta en la evaluación de riesgo de cada taller las medidas preventivas necesarias para minimizar los derivados del estrés térmico por altas temperaturas.
CONEPA subraya que las medidas preventivas son específicas en cada taller y deben ser determinadas por los técnicos de los servicios de prevención que visitan las instalaciones y analizan bajo qué condiciones se trabaja en las mismas. No será lo mismo un taller de motos con aire acondicionado que un taller con cabina de pintura. Las casuísticas son muy variadas en nuestro sector.
El Área de Prevención de Riesgos de CONEPA sugiere también otras alternativas posibles para ayudar a minimizar los riesgos por altas temperaturas:
- Modificación horaria. Abrir antes el taller y aprovechar las primeras horas del día, normalmente con temperaturas más bajas.
- No salir a la campa ni a otras zonas descubiertas en las horas centrales del día, salvo situaciones muy puntuales.
- Dotar al trabajador de ropa adecuada.
- Disponer de medios para que los trabajadores se puedan hidratar con agua fría.
- En el caso específico de los servicios de asistencia en vía pública que prestan muchos talleres, la situación se complica pero hacer rotaciones de trabajadores es una posible opción. Y, por supuesto, trasladar el vehículo al taller para efectuar las reparaciones necesarias.
ASETRA (Asociación de Talleres de Automoción) ha cogido el guante de CONEPA y apunta también las principales medidas sugeridas por la Administración competente: modificación horarios de trabajo (para evitar horas punta de altas temperaturas), disminución de la carga física de trabajo (ver más abajo consejos) y uso de ropa adecuada. Se recomienda informar a los trabajadores sobre los síntomas causados por las altas temperaturas en su cuerpo y cómo responder ante situaciones de emergencia relacionadas con el calor.
Cómo puede contribuir un taller a la disminución de la carga física de trabajo:
– Reduciendo el esfuerzo muscular necesario para ejecutar la tarea (por ejemplo, aminorando el peso de las cargas a desplazar, introduciendo medios y equipos mecánicos durante su manipulado o evitando adoptar posturas forzadas).
– Repartiendo la misma tarea entre varios trabajadores.
– Implantando un sistema de rotación de tareas, en detrimento de la duración de la tarea más penosa.
– Permitiendo al trabajador que regule su propio ritmo de trabajo.
– En situaciones extremas, prohibiendo la realización de determinadas tareas: asistencias en carretera, trabajos en campas, operaciones de soldadura y pintado; por ejemplo.
Consejos sobre la modificación de los horarios de trabajo:
– Abrir antes el taller y aprovechar las primeras horas del día, normalmente con temperaturas más bajas
– Redistribuir la jornada: trasladar las tareas más penosas a horarios cuando la temperatura es más favorable.
– Rotación de puestos.
– Aumento de los tiempos de descanso o el número de descansos.
– Limitación de la jornada laboral
En el supuesto en el que se emita por la Agencia Estatal de Meteorología o, en su caso, el órgano autonómico correspondiente en el caso de las comunidades autónomas que cuenten con dicho servicio, un aviso de fenómenos meteorológicos adversos de nivel naranja o rojo, y las medidas preventivas anteriores no garanticen la protección de las personas trabajadoras, resultará obligatoria la adaptación de las condiciones de trabajo, incluida la reducción o modificación de las horas de desarrollo de la jornada prevista.
Aclimatación: Suele durar entre 5 y 7 días, pero puede prolongarse hasta dos semanas. Se precisa cuando el aumento de la temperatura es brusco o el trabajador ha estado de vacaciones.
En dichas circunstancias se recomienda prestar atención a los siguientes aspectos:
– Reducir inicialmente la carga física de trabajo para ir aumentándola progresivamente.
– Identificar a aquellos trabajadores potencialmente sensibles.
– Reforzar las medidas de supervisión e información, recordando la naturaleza del estrés por calor, sus efectos sobre la salud y todas las medidas necesarias para protegerse.
Ropa: En condiciones térmicas extremas puede ser necesaria la utilización de prendas protectoras especiales frente al calor; existen distintos sistemas de protección: aislantes, trajes y chalecos refrigerados, etc.
En el caso de guantes y calzado también seleccionaremos los EPI que presenten valores de resistencia al vapor de agua tan bajos como sea posible.
Hidratación: Se recomienda la ingesta de un vaso de agua fresca cada 20 minutos aproximadamente, aunque no se tenga sed. Evitar el consumo de bebidas azucaradas.
Nutrición: Se recomienda reponer los minerales perdidos durante la sudoración con una dieta equilibrada. Evitar el consumo de dulces.
Vigilancia de la Salud: Identificar trabajadores especialmente sensibles: trabajadoras embarazadas, trabajadores mayores de 55 años, que sufran problemas cardiovasculares, renales, respiratorios, diabetes u obesidad) o que por circunstancias personales puntuales (por ejemplo, estar sometidos a la toma de medicación) se vean especialmente afectados en su exposición a temperaturas especialmente altas, con objeto de controlar o limitar su exposición o bien adoptar medidas de protección suplementarias.
Se recomienda incluir en el plan de prevención del taller un plan de acción a activar cuando las temperaturas son elevadas. Su elaboración precisará de los siguientes pasos:
– Identificación de puestos de trabajo con exposición al calor.
– Planificación de las acciones, considerando los siguientes aspectos:
– Medidas Preventivas establecidas (como las anteriormente mencionadas).
– Identificación de los trabajadores especialmente sensibles.
– Formación a los trabajadores: síntomas y efectos en la salud, primeros auxilios y respuesta ante hipotéticas emergencias.
– Formación e información sobre el contenido del Plan.
– Activación del plan cuando se cumplan los criterios establecidos.
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