Grupo Andrés ofrece tres consejos para evitar problemas con los neumáticos en los boxes de autolavado

La experiencia de Grupo Andrés se ha plasmado en 3 recomendaciones de seguridad:

- Evitar la aplicación directa de la lanza de agua a presión en la zona de encuentro de cubierta y llanta.

- Utilizar siempre la lanza de agua a más de 20 centímetros del neumático.

- Descartar la utilización de agua caliente y detergentes muy agresivos en la zona de unión de los dos elementos claves de la rueda: llanta y neumático.

El lanzamiento de un chorro de agua a menos de 20 centímetros de la rueda durante más de 5 segundos debilita la unión del neumático con la llanta, según indica Grupo Andrés, facilitando el desinflado.

El director general de Grupo Andrés, Eduardo Salazar, explicó que "la separación accidental de la cubierta y la llanta puede surgir si la lanza de agua presurizada se aproxima demasiado a la zona de unión durante más de cinco segundos. Los riesgos se multiplican cuando el agua se dispara a más de 110 bar de presión, cuando la lanza se sitúa a menos de 20 centímetros del flanco de la rueda o cuando se utiliza agua con un detergente agresivo para el pegamento".

Por ello, siempre que se utilice este utensilio se hará a más de 20 centímetros.

El debilitamiento de la conexión entre neumático y llanta, con la consiguiente pérdida de aire, no se percibe de inmediato. Es un proceso lento, que puede durar varios días. Muchos usuarios que han padecido este problema en sus vehículos no encuentran, por tanto, una relación directa entre un lavado inocente y un neumático desinflado en el momento más inoportuno. La solución es sencilla: "lanzar el agua a más de 20 centímetros de distancia", recordó Eduardo Salazar.